Cerro Uritorco, Valle de Punilla, Sierras de Córdoba, Argentina
Las luces, los objetos no identificados que vuelan, las explosiones de color que cambian la tonalidad de la montaña, y otros sucesos que a veces no pueden ser explicados, en las inmediaciones de nuestra montaña suceden a cada instante, de día y de noche. Muchos estudiosos quieren explicar el fenómeno, fenómeno que no solamente son acontecimientos del cerro Uritorco sino que suceden en muchos lugares del mundo y también a toda hora. Está planteado el enigma y esos hombres que investigan estos hechos, si gozan de la seriedad debida, deben ser escuchados y sus escritos deben ser la lectura de quien desea saber acerca del tema.
Los extremos tienden a tocarse, existen aquellas personas que creen y aquellas personas que no creen, las dos posiciones son reales, por eso es necesario colocar a estas dos verdades sobre una balanza para medir con capacidad los pensamientos de cada uno. Por este camino podremos obtener la verdadera esencia de las cosas acompañada de lo justo y equilibrado. -La Ciudad de ERKS en Capilla del Monte. "El Misterio de la Ciudad Oculta" Los estudiosos del tema opinan que no todos los seres humanos comunes tenemos la suficiente capacidad para VER lo que está ante nuestros ojos o bajo nuestros piés, esa capacidad solamente la tienen algunos elegidos o quienes se inclinan hacia el campo de la fe, que no solamente puede mover montañas sino que quizá logre que podamos VER lo que nuestros ojos no perciben y lo que nuestros piés no pueden pisar. ERKS PUEDE SER VISTA Y VISITADA !!! Erks Capilla del Monte Cerro Uritorco En la sierra del Pajarillo, ladera norte del del Cerro Uritorco, por la acción del tiempo se acumularon distintos sedimentos que formaron extrañas formas en sus piedras y esta razón podemos encontrar distintas figuras relacionadas a los seres humanos, tales como obeliscos y hasta la silueta difusa de una ciudad perdida. Cientos de personas dicen haber ingresado mental o físicamente a esta ciudad, a la que describen como enorme y espaciosa, cruzada por canales secos por donde transitan naves de luminosas y etéreas, en el centro de la ciudad se encuentra el Templo de la Esfera o de los Tres Espejos, en estos espejos, los habitantes de Erks intercambian datos cósmicos. De tantos estudios que se han realizado, muchos estudiosos del tema afirman que se trata de una ciudad que sirve fundamentalmente para concretar una comunicación cósmica y contribuye al intercambio de sabiduría, por estas razones, la zona es considerada única en el planeta tierra ya que sería el primer epicentro energético cósmico comunicacional. ERKS significa: Encuentro de remanentes cósmicos siderales. ALGUNAS HIPOTESIS Hay cientos de hipótesis tratando de explicar la razón de los fenómenos respecto de la ciudad ERKS y un "Bastón de Mando" o "Bastón del Mando". Se habló de que la estructura interna del cerro Uritorco, Cerro Macho o Cerro de los Loros, por contener elementos naturales ( pirita, azufre y otros similares ) , es una fuente de abastecimiento extraterreste, lo que llevó a pensar que la base de la montaña, en su interior, es una gran base construida por seres de otro planeta. Existen pruebas que en la década del 30, en las cercanías del cerro Uritorco fue encontrado un elemento con forma de bastón. Este bastón es de piedra y recibió el nombre de "Bastón de Mando" o " Piedra que Habla". La leyenda de este bastón se remonta, según los investigadores, a unos 8000 años, un jefe indio ( cacique ) llamado Voltán de la tribu de los Comechingones lo mandó a construir y en éste reside la forma mágica la gran sabiduría de la humanidad toda. Algunas mitologías muy antiguas de la India, Afganistán, Persia, Pamir y el Tíbet, extrañamente hablaban de este hecho hace 7 u 8 mil años. Tales leyendas tomarían realismo en el siglo 12 con la aparición en Germania de un caballero que desempañaba tareas en la corte Real Inglesa del Rey Arctor. Aparentemente, este hombre llamado Parsifal sería ingresado en la Orden de los Caballeros Templarios. Esta órden llena de hermetismo, tendría a su cargo, la custodia de los elementos sagrados que rodearon a Cristo Jesús. Otras afirmaciones cuentan que el bastón llegó a esta zona de la mano de un caballero llamado Persifal, y trajo además una cruz de un templo y los depositó en las montañas denominadas de Viaravá, en las llamadas Sierras Chicas de Córdoba. La leyenda está sostenida por un relato épico con escasa credibilidad histórica, pero en este caso, la existencia de una serie de textos aportan a este enigma, un carácter de realismo, involucrando a las tierras de Argentina y fundamentalmente a Córdoba. Una de estas culturas indígenas fue llamada Ampajango con mas de 10.000 años de antigüedad. EL COMIENZO Antes de la conquista de América, que concluyó con la muerte de casi todos los aborígenes y el robo de sus pertenencias, el cerro Uritorco era considerado sagrado por los indígenas de la época. La tradición oral que llega a nosotros a través de las creencias populares de los ancianos lugareños, nos dice que estas tribus contemplaban extasiados las luces o entidades cósmicas que surcaban los cielos, atribuyendo este fenómeno a los espíritus de los muertos milenarios que emergían de sus tumbas, cuanto más grande era la luz, mayor energía demostraba tener el espíritu visitante. Los grupos aborígenes consideraron al cerro Uritorco un centro de convocatoria energético y religioso donde se tuvieron lugar los rituales de acuerdo a sus calendarios, como la mayoría de las civilizaciones indígenas de todo el continente Americano. En cuanto a los indígenas de la zona, en este punto destacamos que realizaban bailes tomados de las manos y entonaban cantos llamados mantras (cantos especiales para llamar a entidades astrales). De acuerdo a estudios de expertos se puede determinar que los morteros que están en diferentes zonas cercanas al Uritorco, fabricados por los indígenas, eran empleados en rituales mágicos y sagrados, y con el uso de estos pozos en las piedras podían ver diferentes constelaciones, se ha determinado que en la parte inferior de los morteros estaba representado el cosmos con sus campos de fuerza. De acuerdo a la historia narrativa es posible afirmar que los indígenas de esas zonas podían ver hombres que caminaban, algunos sin tocar el suelo, por la sierras y desaparecer de forma imprevista, seres que tal vez venían de la profundidad del planeta o de planetas vecinos, es más aceptada la versión que estos entes divinos provenían del interior la tierra, tal vez desde una población intraterrena llamada ERKS. ACERCA DEL BASTON De acuerdo a datos encontrados en la Red, en 1948, el arqueólogo alemán Jorge Von Hauenschild, estudioso de la tradición del Grial y el Bastón de Mando, examinó meticulosamente la pieza concluyendo que: El pulido es característico del período neolítico por lo cual se calcula su antigüedad en 8.000 años AC. El bastón tiene una longitud de 1,10 m., está trabajado de forma cónica, con 4 centímetros en su parte más ancha en la base. El peso total es de cuatro kilos. Por estudios realizados con detectores electromagnéticos y espectrales, se comprobó que el mismo genera intensos campos electromagnéticos de origen desconocido. Se supone que estos campos podrían generar en alguien con ciertas condiciones energéticas específicas, una "conexión" parafísica con otras realidades o conocimientos extras. Otros opinan que este bastón es la "llave" para ingresar al Santo Grial, que no sería otra cosa más que un camino al conocimiento supremo y al cual se accederá únicamente tiniendo el "Bastón de Mando". "Unicamente es necesario tener fe para ver lo que otros no pueden apreciar y poseer un tacto espiritual para tocar lo que otros no pueden palpar". Ciudad de Erks en Capilla del Monte Las dos imágenes que ilustran esta página pretenden ser simplemente eso, una ilustración y nada más. La foto superior refleja la luna en el dique El Cajón y un manto de estrellas, la simbiosis cósmica tierra-luna-estrellas. La foto inferior refleja estrellas de gran tamaño volcando su luz al planeta y un reflejo (al revés) de la tierra en el cielo estrellado, representando dos mundos, en un mismo lugar pero en diferentes tiempos.Desde el 9 de enero de 1986, cuando en la casa de la familia Gómez, cerca de Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba (Argentina), pudieron ver en el cielo de un objeto luminoso de gran tamaño, este objeto dejó su huella en una de las laderas del cerro Pajarillo, próximo al cerro y formando la misma cadena montañosa de las sierras chicas. La huella tuvo 122 metros de largo por 64 de ancho. Los testigos, Gabriel Gómez de 11 años y la anciana Esperanza Gómez, hoy fallecida, pudieron comprobar como un objeto brillante iluminó a su paso todas las sierras desde el cerro Pajarillo hasta su casa. Por la mañana no solo encontraron la huella que había dejado la nave, sino que también observaron una serie de Sauces que quedaron de color amarillo y sus hojas en el suelo como si se les hubiese succionado toda la clorofila. Desde entonces y hasta estos días, la vida del Cerro Uritorco cambió totalmente. Las páginas que se escribieron sobre este tema se multiplicaron en tal forma que hoy podemos encontrar miles, en Internet, en libros y otros medios de comunicación, la televisión llegó al lugar como también llegaron desde distintos puntos del planeta para observar el fenómeno, el cual cambió la vida de los lugareños y de los habitantes de la provincia de Córdoba.
El estudio de los ovni aún no resolvió el enigma y estas manifestaciones, sin embargo es muy probable que en nada incidan las condiciones geográficas y medioambientales para que se manifiesten debido a la gran variedad de suelos y paisajes donde actúan. El pensamiento mágico solo puede interpretar algo más y no explicar sus causas. NOTA DEL DIARIO LA VOZ DEL INTERIOR CIUDADANOS 03/01/2016 - El día que llegaron los aliens - Por Sergio Carreras A Capilla del Monte no le hizo falta descubrir petróleo, encontrar una veta de esmeraldas incrustada en la montaña o subirse a las barcazas de la sojización. La pequeña ciudad del departamento Punilla, ubicada a 110 kilómetros de la capital provincial, encontró algo mucho más fabuloso, más fácil de cultivar y de explotar, sin contaminar su ambiente y sin atraer una estampida de aventureros o instalaciones fabriles. Lo que consiguió Capilla del Monte fue, ni más ni menos, una hermosa historia de misterio. Y –lo mejor de todo– la consiguió gratis, sin gastar un solo centavo. Capilla del Monte es el único lugar del mundo que tiene como principal fuente de ingresos la marca de una quemadura sobre unos pastizales. Marca que duró unos meses y luego ¡puf!, se esfumó. Pero fue suficiente: la infinita credulidad humana hizo todo lo demás. Esta historia increíble tiene fecha oficial de inicio el 9 de enero de 1986. Un jueves de verano. Sin embargo, el país se enteró varios días después. La versión, que casi se ha sacralizado entre los amantes de lo esotérico, cuenta que la noche de aquel día, en una muy humilde vivienda del paraje Quebrada de Luna, a pocos kilómetros de Capilla del Monte, tres personas vivieron un episodio inexplicable. En esa casa estaban Esperanza Pelliza de Gómez, de 80 años, (que se había instalado en el lugar, junto a su ya fallecido esposo, en 1926), su hija Sara y su nieto Gabriel Gómez, de 11 años, que había venido desde Cruz del Eje a pasar el verano. “Cuando estaban por irse a dormir (contó La Voz del Interior el 3 de febrero de 1986, en la primera nota que publicó sobre el tema), un fuerte resplandor comenzó a filtrarse por las ventanas iluminando el interior. Doña Esperanza se asomó por una ventana y vio una intensa luz que venía de la sierra del Pajarillo, balanceándose suavemente”. Esperanza respondió una entrevista: –¿Qué hacían ustedes esa noche? –Estábamos jugando a las cartas y eran pasadas las 22. –¿Qué ocurrió entonces? –Escuchamos el ruido de un motor, como si fuera un auto que llegaba. –¿Se parecía al ruido de los aviones? –No, al de un auto. Enseguida vimos que llegaba una luz, que después daba el vislumbre a toda una pieza. Por eso tuvimos miedo y como estábamos solos, no estaba mi hijo, más miedo me dio. –¿Miraron la luz por la puerta? –No, no nos animamos a salir. Como ninguno de los ocupantes de la casa abrió la puerta, el supuesto fenómeno quedó sin testigos que luego pudieran contar con claridad de qué se trataba. Si era un helicóptero, un patrullero, un vehículo común o una nave nodriza. Solamente el niño, Gabriel, cuando su abuela le ordenó que fuera a cerrar la ventana, vio la luz: –¿Y qué te parecía a vos que era eso? –Lo primero que pensé fue en la luz mala, porque venía de la sierra y no podía ver bien qué era. Se veía cada vez más grande y se movía. Cuando apagó la luz roja la pude ver bien. Era una cosa redonda con ventanitas. Una historia fabulosa Cuando amaneció, Esperanza vio que el sauce que crecía junto a la casa había quedado ardido y empezaba a perder las hojas. Luego llegó su hijo, que le contó que en una ladera de El Pajarillo, a dos kilómetros de la casa, había aparecido la mancha de una quemazón. El sábado, el hijo de Esperanza y Gabriel se subieron a un caballo y fueron al lugar. Dijeron haber visto un círculo quemado, grande, casi perfecto. Días después, a Gabriel le pidieron que dibujara lo que había visto. Con un palito, en el suelo, dibujó un perfecto platillo volador, tal como los que ya aparecían en el cine y la tele. Fue suficiente: en el cerro se había detenido una nave espacial. La pobreza de pruebas fue suplida con toneladas de entusiasmo y la noticia comenzó a rebotar en los medios del mundo. Esa fue la historia fabulosa, simple, gratuita pero de valor incalculable, que forjó la fama y la nueva fuente de recursos de Capilla del Monte. Gabriel es el único de los ocupantes de la casa que sigue con vida. Lleva una vida sencilla en Cruz del Eje y nunca quiso volver a hablar del tema. Esto es notable porque, si quisiera, podría pasarse la vida recorriendo congresos ufológicos de todo el planeta, en los que le pagarían lo suficiente para hacer de eso su principal ocupación: dentro de la subcultura ovni, se lo considera un testigo directo del aterrizaje de una nave extraterrestre. Con la ventaja de que no ha ido modificando el relato, reversionándolo a lo largo de los años, sino que ha mantenido su visión original, infantil, del episodio que vivió. Un redituable misterio Cuando la mancha queda impresa en el cerro, Suárez era secretario de Gobierno de la Municipalidad de Capilla del Monte, la que estaba a cargo del intendente Daniel Sez, padre del intendente actual, Gustavo. Según contó Suárez años después, un día un vecino se llegó por su oficina y le contó que había una mancha en un cerro, cerca de la casa de los Gómez. Como el intendente conocía a la familia, decidieron ir al lugar. Se armó una comitiva relevante para visitar a la mancha: además de los dos funcionarios, fueron el diputado provincial Heralio Argañaraz, el fotógrafo municipal y un hijo del intendente. Luego de hablar con Esperanza, el grupo se trasladó a la zona de Los Terrones para buscar a Gabriel. Ahí fue cuando le pidieron que haga el dibujo. Suárez, que hasta entonces era un funcionario cuya principal preocupación era el turismo, a partir de ese día ingresó a un territorio del cual nunca salió, hasta su muerte en 2012. La investigación de las luces y supuestos fenómenos ovni en Capilla del Monte pasó a ser el centro de su vida y años después crearía el CIO. Aquel día, apenas bajó de la montaña se puso en contacto con Radio Universidad, de la ciudad de Córdoba, y contó lo que había visto. La agencia Télam emitió un cable con esa información y a partir de ahí, la mancha, el presunto aterrizaje, fue noticia mundial: los extraterrestes estacionaron en Córdoba. Cuando se produjo la mancha en El Pajarillo hacía ya 41 años que se habían producido tres fenómenos fundacionales de la subcultura ovni: el nacimiento de la expresión “platillo volador” (a partir de una observación que hizo un piloto estadounidense), el fenómeno Roswell (en el que una nave extraterrestre habría caído en Nuevo México, Estados Unidos) y la famosa autopsia alienígena, tantas veces parodiada. También iban más de dos décadas de flower power , cultura hippie y filosofía new age , con la búsqueda de mensajes para el futuro cambio de la humanidad que, en ocasiones, podrían provenir de seres de otro planeta. Capilla del Monte no hizo más que extender su mano y dejó que el misterio se asentara entre sus dedos. CIUDADANOS 03/01/2016 00:01 Las extrañas historias que trajeron los ovnis En 1986, cuando apareció la mancha en el Uritorco, sólo ascendían al cerro unas 500 personas por año. Tres décadas después, recibe cerca de 100 mil visitantes en igual período. El crecimiento impactó en Capilla del Monte y atrajo a amantes de lo extraño. REDACCION LA VOZ DEL INTERIORSu nombre figuraba en las cadenas de oración de los seguidores de la new age desde noviembre, cuando su familia lo internó por una caída que le causó una fractura de cadera. A sus sufridos riñones, que lo habían llevado a dializarse tres veces por semana, se sumaron complicaciones respiratorias. El 21 de febrero de 2010 pasaba a “otro plano, donde todo será mejor”, según él mismo creía, don Pedro Romaniuk, uno de los primeros argentinos que se les animó a los platos voladores allá por los sesenta, cuando interesarse por lo paranormal era rayano con la herejía. El paro cardiorrespiratorio detuvo una carrera dedicada a instalar la idea de que los extraterrestres no eran sino ángeles con escafandra, como percibía en sus lecturas de la Biblia, y a profetizar que seres venidos desde las Pléyades “trabajan incansablemente en los problemas que afectan a nuestra civilización.” Fiel a su doctrina espiritual, don Pedro no le temía a la muerte. “Es el regreso a la verdadera vida energética, eterna e inmortal”, como definió ante Pedro Callegari. Su máximo anhelo era estar entre los 144 mil que integrarán el Nuevo Reino de los Cielos, al cabo de lo cual habrá en el mundo “mil años de paz, luz y amor bajo el reino del nuevo Mesías”.
No bien comenzó el siglo XXI, cuando aparecieron decenas de “auténticos herederos” del profeta Benjamín Solari Parravicini (1898-1974), se volvió a escuchar su voz. Romaniuk era uno de los pocos discípulos legítimos del “Nostradamus argentino”. Él aseguraba que Parravicini le murmuraba desde ultratumba mensajes del porvenir. Cada tanto, don Pedro reaparecía en programas ávidos de afirmaciones alocadas. Nunca defraudaba. Como tantas otras veces, a fines de 2004 anunció desde su púlpito secular, la sede de la Fundación Instituto Cosmobiofísico de Investigaciones, en Virrey del Pino, partido de La Matanza, que el mundo llegaba a su fin. “A las 5 horas del día 5 del mes 5 del 2005 –predijo– se va a producir un arrebatamiento de humanos.” Ese día, reafirmó, “las naves pasarán a recoger a los elegidos”. Sobrevivimos, pero él y sus fieles emergían casi indemnes: sus fracasos proféticos no parecían afectar su credibilidad. Tal vez esto fue así porque su trayectoria era respetada. Sus choques con la Iglesia también lo convirtieron en mártir viviente de la espiritualidad local. Cuando en 1991 publicó Aldys, el niño de la estrella Alcion, el Arzobispado retiró el título de las librerías del culto católico por sugerencia del (también fallecido) José María Baamonde, psicólogo y presidente de la Fundación SPES (Servicio para el Esclarecimiento en Sectas). Se hacía llamar profesor. Tal vez por eso confundió a muchos: en verdad, encarnó el ala más religiosa del movimiento que rinde culto a los platos voladores. Sin embargo, don Pedro se diferenció de otros por la desmesurada pasión con que se consagró a lo que llamaba “la ciencia extraterrestre”. Su doctrina queda casi huérfana: no deja herederos. Un profeta que habló desde los suburbios planetarios Una vez escuché decir que si Romaniuk no hubiera existido, Chiche Gelblung se hubiera encargado de inventarlo. No me parece el caso. Si bien quienes conciben a la tele como show necesitan inventar o inflar personajes, otros reflejan el espíritu de su tiempo. Don Pedro está entre los otros. La atención que recibió por cuatro décadas es consecuencia de una prédica tenaz y sostenida. Sus ideas se hunden en un imaginario sobre los ovnis, la religión new age y creencias sobre el futuro de la humanidad que comparten millares de argentinos: Jesús es extraterrestre, ellos nos visitan desde la prehistoria, científicos y militares al servicio de las superpotencias ocultan la verdad. Etcétera. Romaniuk desplegaba su saber con palabras altisonantes, entre el lenguaje esdrújulo de las “ciencias extraterrestres” y oscuras profecías de la escatología bíblica. Tal vez, esa actitud le restaba voluntades entre el público no iniciado. El espíritu alarmista con que diseñó sus creencias –una religión milenarista que empieza con los ovnis pero se pierde en asuntos más ásperos, como el catastrofismo climático– tampoco seduce multitudes. Pero si el éxito se mide en influencia social, él fue –con Fabio Zerpa– quien tuvo más arrastre. Construyó su imagen con un discurso destinado a un selecto target, veinticuatro libros (muchos de ellos editados por su cuenta) y la pequeña ayuda de productores de televisión, quienes solían invitarlo a programas donde aparecía como portavoz autorizado de mundos distantes. Los escépticos no lo extrañarán. Del WebMaster de este sitio: (Kalderator) Sobre El Profesor Pedro Romaniuk Lo conocí a Don Pedro por eño 81 cuando vino por primera vez a Capilla del Monte y dio una conferencia en la Sala Poeta Lugones (al lado del cine Enrique Miuño). Las personas que fuimos a su charla quedamos apasionados, conocimos al profesor científico sobre fenómenos sobrenaturales, Pedro tenía una explicación para cada pregunta que el público le formulaba y los más espectacular eran sus propias teorías sobre el fenómeno, sobre la energía y sobre los seres extraterrestres. Lo más visible, y después de asistir a varias de sus conferencias, lo comprendí era el "verdadero mensaje" que Pedro dejaba, ese mensaje hablaba de Dios, hablaba de lo divino, hablaba del Hijo de Dios en la Tierra y de la Madre de Dios. Muchos podrán haber compartido o no esa idea, pero era el mensaje final quizá el verdadero propósito. Sobre la FICI ( Fundación Instituto Cosmobiofísico de Investigaciones) es una de las más antiguas instituciones independientes de Investigaciones Atómicas, Paranormales y Extraterrestres, fundada por Pedro Romaniuk. Su objetivo es la difusión científica y espiritual con el objetivo de despertar Mentes y Almas, y ayudar a que las mismas se eleven a los Niveles Críticos ideales para la consecución de un mundo mejor, de una Humanidad regida por las Supremas Leyes de Nuestro Padre Creador. El objetivo final es el establecimiento de un sistema de vida comunitaria lo más respetuoso, equilibrado, justo y enriquecedor posible para el Planeta y la Humanidad. El plantel está conformado por un grupo de colaboradores, y servidores que anónimamente brindan servicio a todos los hermanos que se acercan a esta Institución sin fines de lucro. Creen que cada uno de estos hermanos es un cofre lleno de valiosos tesoros personales, talentos, dones y riqueza espiritual que deben ser valorados y respetados, para que puedan potenciar y apoyar a su vez a los demás, para el bien común de toda la Humanidad. La Fundación sumió desde su inicio una actitud de compromiso y servicio en defensa de la vida sobre nuestro Planeta y el bienestar armónico del ser humano, desarrollando múltiples actividades y distintos recursos a través de la divulgación de la verdad. Todas sus interrelaciones se basan en el respeto, el amor, la escucha activa y el apoyo mutuo, la empatía y la solidaridad.El 16 de marzo de 2012, al abrir mi página de FaceBook me encontré con la penosa novedad, a sus 72 años, anoche alrededor de la hora 22 se fue de este mundo alguien a quien siempre consideré más que un amigo. Hace algunos años tuve que escribir para rendir tributo a Don Pedro Romaniuk, y en esta mañana debo hacer lo mismo respecto de Jorge Suarez, sí, Jorge Alberto Suarez, cuya obra pueden leer más abajo y con quien siempre tuve el inmenso gusto y placer de hablar del fenómeno OVNI en Capilla del Monte.
Seguramente Jorge a partir de anoche se ha encontrado con seres celestiales maravillosos, de esos seres de quienes siermpre hablaba y desde su gran visión de escritor e investigador nos los hizo conocer, por sus libros, por su obra diaria junto a Luz, su compañera de de vida. Lo conocí a Jorge desde cuando llegó a Capilla del Monte proveniente de la localidad de Adrogué, pcia. de Bs.Aires. Hombre tenáz y con ganas de cambiar para bien las cosas en Capilla del Monte. Transitó el camino de la política y siendo Secretario de Gobierno de la localidad, allá por el año 1986, se comprometió con el estudio y difusión cuando el tema OVNI en Capilla del Monte solamente era una huella, pero una huella muy particular que habría de cambiar los destinos y propósitos de la localida entera, la "Huella del Pajarillo". Ninguna persona de Capilla del Monte pudo sentarse al lado de la señora Mirtha Legrand en tres oportunidades como lo hizo Jorge, una contundente prueba de la maginitud del caso y de su primer libro "Luces sobre el Uritorco". Jorge marcó el camino de la seridad, de la investigación de la casuística OVNI como solía decir. Jorge como he dicho (más abajo) ha sido, es y será siempre nuestro embajador en el tema y ojalá la potencialidad de su investigación, tenga siempre el eco que merece y que merecen los grandes. Hoy debo hablar en pasado, quisiera que no fuera así, quisiera poder hacer realidad de representar junto a él a Capilla del Monte nuevamente como lo hicimos otrora llenado la Casa de Córdoba en Bs.Aires y llenando el Teatro Gral. San Martín también de la Capital Federal y teniendo dos puntos de encuentro: "Capilla del Monte - Temática OVNI". Te despido Jorge con estas palabras y me convierto en columnista de mi propio website para emular al peridista que supiste también ser, ojalá pueda convertirme y muchos de igual manera puedan convertirse en el embajador permanente de Capilla del Monte, al pié del Cerro que vió tus luces, para difundir con certeza y seriedad el tema que te ha apasionado siempre...los OVNI's. Juan Calderato WebMater de los Sites www.encapilladelmonte.com.ar y www.cerrouritorco.com.arJorge Suarez fue una de las personas que junto a autoridades locales y provinciales tomaron con seriedad extrema el caso de la Huella del Pajarillo, llevando a cabo investigaciones acerca de suceso. Más adelante, luego de abandonar la función pública, nuestro máximo representante local en la temática OVNI, ha dedicado todos sus esfuerzon para dar a conocer al mundo entero esta materia que abarca más allá de lo que el ser humano puede ver. Jorge Suarez ha desempeñado una tarea única y sin precedentes en Capilla del Monte, siendo un verdadero "Embajador" de la localidad en el tema y reconococido mundialmente. Actualmente, quienes deseen conocer más acerca de "La Huella", "Las Luces del Cerro Uritorco" y otros enigmas, pueden visitarlo en el CIO (Centro de Investigaciones OVNI). El Centro se encuentra en el barrio La Toma sobre la calle Cabús 297 - teléfono 03548 482485
Jorge Suarez es autor de los siguientes libros: Luces Sobre el Uritorco - 1993 Grito de las Estrellas - 1995 Uritorco, el cerro más misterioso de América - 1998 Cita en el Uritorco - 2004 Desde 1998, nuestro escritor e investigador (Jorge dije que no era investigador pero podemos situarlo en ese marco por su extenso trabajo local. Ha realizado interminables esfuerzos para llevar a cabo el "Congreso Internacional de Ovnilogía" en Capilla del Monte, año a año fue sumando voluntades e incrementando el número de asistentes. Este evento es el más importante de Argentina del tema.Capilla de Monte sin lugar a dudas es especial para mí como para muchos otros, al punto de haber hecho un intento de vivir allí. Hacía unos años, había ido para subir al cerro en familia, y esa primera vez me quedé unos días, fue en el 2012, en búsqueda, creo, de respuestas a esa parte de mi ser que no concibe que el milagro de la vida solo sea para reducirlo a un transcurrir del tiempo muchas veces en semiautomático. Lo cierto es que Capilla del Monte me había atrapado por completo y no solo por la belleza del lugar sino por lo bien que me sentía allí, volviendo cada vez que mis compromisos me lo permitían, sin importar si era un par de días porque iba con la certeza de que el tiempo allá pasaba más lento, pasear y vivenciar tanto no condescendía con las horas que me quedaba. El llegar a Capilla era dejar atrás el ritmo despiadado de la gran ciudad, despojarme de todo para recibir lo que me ofreciera, un conectar desde otro lugar, desde mi lugar, y en efecto experimenté vivencias particulares que me ayudaron en mi camino íntimo, allí me vi en otros tiempos por primera vez, y cada viaje me dejó una enseñanza y tarea para avanzar en el camino de ser.
Y a esta altura la pregunta obligada es ¿viste algo? Y como respuesta es un rotundo ¡sí! ¡si! Cada vez, y no solo de noche, también de día, luces que cambiaban de color, de tamaño, permaneciendo en un lugar y de pronto desplazándose a una velocidad imposible de seguir, o con una lentitud como para dar tiempo a toda clase de cuestionamiento, y hasta en algunas ocasiones se desdoblaban distando bastante de ser algo conocido imposible de confundir con luces de ciudad, avión o similar. Muchos creerán que es superstición, fantasía, imaginación y hasta delirio, pero les aseguro que no, ahí estaban y aunque muchas veces el descrédito ajeno indagó de manera maliciosa y burlona, no me importó porque se lo que vi y lo que me generó cada vez que sucedió. Al día de hoy no sé explicar qué son, y más allá de lo fenomenológico, a mí entender es mucho más que luces y hasta sea un privilegio verlas. Pero Capilla no es solo las luces, es un lugar con historia, con la sabiduría del que palmo a palmo recorrió los cerros y ríos conociendo cada yuyito y su bondad, es el esplendor de otros tiempos con casas pomposas de ricos de otras épocas, y ni hablar de los primitivos habitantes que en defensa de su pueblo y su sabiduría se les arrebató la vida para quedarse con la tierra. Capilla, a mi sentir es un lugar con una energía fuerte que activa, algunos lo atribuyen a su suelo rico en cuarzo, no lo sé, su energía exacerba los estados de ánimo y del ser poniendo a cada quien frente a sí mismo y el que quiere ver que vea. Y entre tanta belleza natural, de aromas, colores, sabores que embelesan se entrecruza una mezcla de creencias muy variadas llegando algunas a ser peligrosamente fanáticas. Para la mayoría Capilla es un lugar de increíble belleza y para muchos es un lugar iniciático a otras formas de ver, sentir y percibir.
Claudia A.